Los efectos de un divorcio en la vida de los hij@s
En el mundo de hoy, la estructura de una familia puede variar grandemente, desde un matrimonio tradicional a un divorcio con custodia compartida, padres solteros, etc. Cuando una relación se quebranta, se toman decisiones difíciles que pueden impactar al fruto de la pareja, sus hij@s. Los niños son seres dependientes de sus padres, por lo cual su salud y bienestar están atadas al de su núcleo familiar. Conocer los posibles síntomas físicos y de comportamiento que puede tener el divorcio en nuestros hijos nos ayuda a poder tomar las mejores medidas para manejar la separación de la manera menos traumática posible.
Dependiendo de la edad del hijo, los síntomas y dificultades que se presentan pueden variar, pero la mayoría se derivan del estrés y/o la ansiedad que sienten con el cambio drástico que experimentan en el momento de la separación. Los efectos se pueden manifestar como dolores de barriga, fiebre, irritabilidad y cambios en su compartamiento en la casa y en la escuela. En ocasiones, puede haber un deterioro en el aprovechamiento académico.
Aunque el divorcio no viene con un manual de instrucciones para saber la manera correcta de sobrellevarlo con tu expareja e hijos, sí hay algunos consejos que puedes seguir para ayudar a todas las partes involucradas en el proceso de aceptación y sanación.
- Sé cariñoso verbalmente y afectivo físicamente: recuérdale a tus hijos cuánto los quieres y háblales con honestidad todas las veces que sea necesario.
- Saca tiempo para ellos: busca las actividades de las cuales disfrutan y compártelas con ellos. Este tiempo les sirve para conectar, confraternizar y olvidar aunque sea momentáneamente la situación.
- Recuérdale que no es su culpa: muchas veces las diferencias en la crianza de los hijos se discuten frente a ellos y esto les puede ocasionar en un sentido de culpabilidad por la ruptura final. Recuérdale que no es culpable todas las veces que sea necesario.
- Observa su comportamiento: mantente alerta a cambios de conducta o desempeño en la escuela; atenderlo a tiempo en familia o con un profesional de la salud puede evitar problemas a largo plazo.
- Mantén las mismas reglas: luego de una ruptura hay padres que tratan de competir para ver con quién la pasa mejor un niño. Esto no es beneficioso para el niño a largo plazo. Mantén la misma disciplina y reglas de siempre, esto lo ayudará a acomplarse a su nueva realidad más rápido.
- Fomenta la relación con su otra familia: es importante que el niño tenga a su mamá y su papá presentes, y también las familias de ambos. Evita hablar negativamente de tu expareja o su familia frente a ellos, esto les puede causar una gran cantidad de estrés y ansiedad.
- Evite utilizar a su hijo como mensajero: las conversaciones de adulto se deben dar entre adultos y preferiblemente en privado. Utilizar a un niño como intermediario, mensajero o árbitro es injusto y puede crear tensión adicional en el núcleo familiar, algo que en efecto, exacerba los síntomas producto del divorcio.
Finalmente, aunque un divorcio o separación pueda ser traumatizante, eventualmente puede ser la mejor opción para el bienestar de todos los integrantes de la familia. Si va a enfrentar este proceso o está enfrentándolo ahora y quiere buscar ayuda psicológica para sus hijos, consulta con su pediatra; un referido a nuestra Clínica de Subespecialistas Pediátricos puede ser una buena opción.