Comer con las manos: una experiencia sensorial para los bebés

La llegada de un bebé es una bendición y un hito en la vida de sus padres. Desde antes del nacimiento, ya buscamos muchísima información para prepararnos para enfrentar este nuevo capítulo con entusiasmo y poder proveerle a nuestro bebito la mejor crianza posible. El tema de la alimentación es uno de los principales, desde la decisión de si lactar o si darle fórmula, hasta la decisión de cuándo introducir alimentos sólidos. Es posible que en lo que a este tema de los alimentos sólidos respecta, hayas escuchado el término “Baby Led Weaning” o sus siglas BLW.
El BLW es un método utilizado para transcicionar a los bebés de su dieta líquida (leche materna o fórmula) a alimentos sólidos, eliminando la etapa de los purés o “baby food”. Este método fomenta la independencia del bebé al incentivar que él mismo agarre el alimento, lo lleve a su boca, lo mastique y pueda decidir cuándo está lleno en vez de uno darle con cuchara el alimento ya majado hasta que se termine el pote. Además de la independencia, se han identificado otros beneficios importantes de este método, como por ejemplo, que los bebés a medida que crecen son menos propensos a convertirse en “picky eaters” (niños mañosos con la comida) ya que están expuestos a más alimentos. Esto a su vez ayuda a que este proceso sea más económico para la familia, ya que no tienen que comprar alimentos exclusivos para el bebé sino ofrecerle del mismo alimento que comen todos. Además, practica destrezas motoras y orales al tener que agarrar y levantar diferentes alimentos y aprender a masticar y tragar diferentes texturas. La idea es que el bebé pueda manejar su alimento y su apetito, terminando de comer cuando se sienta satisfecho.
Hay quienes se abstienen de este método por miedo a que el bebé está más propenso a ahogarse con la comida, pero hay estudios que confirman que el riesgo de que esto ocurra no aumenta, sino que es el mismo que enfrentan si su dieta fuese de “baby food” o majados. Lo importante es saber cuándo poder comenzar a implementar este método en la vida del bebé y hacerlo de manera suplementaria al comienzo. Es decir, que se continúe con su dieta líquida de leche materna o fórmula y poco a poco ir implementando la comida sólida.
Ahora, la pregunta de los 64 mil chavitos es, ¿cuándo comenzar? La Organización Mundial de la Salud (OMS o WHO, por sus siglas en inglés) recomienda que a partir de los 6 meses pero todos los niños crecen y se desarrollan a un ritmo diferente, por lo cual recomendamos que consultes con su pediatra y te asegures de que tu bebé ya tiene las siguientes destrezas antes de comenzar:
- Que pueda agarrar el alimento y llevárselo a la boca
- Que pueda sentarse y permanecer sentado con apoyo
- Que vaya perdiendo el reflejo de extrusión, que es cuando expulsan de la boca todo lo que no es líquido
- Que haga movimientos de masticar, aunque aún no tenga dientes
Una vez comiences el proceso ofrécele trozos de tamaño grande, mayor al tamaño de su manita, para evitar que se ahogue, se le facilite el agarre y vaya prácticando el morder. A la que vaya mejorando su habilidad para masticar puedes ir disminuyendo el tamaño de los trozos. En términos de qué tipos de alimentos, deben ser aquellos que no sean de textura muy dura como frutas, vegetales, o comida cocinada que ya esté blanda pero no muy caliente. Otro punto muy importante es que cuando se introduzca el BLW se complemente con la ingesta de agua para que el funcionamiento digestivo sea óptimo.
Durante este proceso importante en el crecimiento de tu bebé, es crucial que siempre lo supervises cuando come y estar alerta a cualquier alergia que pueda presentar a consecuencia de los diferentes alimentos que va probando. Si notas algo fuera de lo normal, consulta con su pediatra.